UN LIBRO PARA TU BIBLIOTECA
Miguel Roldán nos sorprende con una nueva edición de su libro “Relatos Palaciegos” con el que Miguel asoma por primera vez al mundo editorial y lo hace de una manera hermosa, llena de lirismo, casi a hurtadillas porque, a pesar de lo que muchas veces su locuacidad y su gracia natural pudiera parecernos, Miguel es un hombre tímido y, por tanto, introvertido que tiene millones de años en su sangre palaciega y marismeña de hombre andaluz por excelencia, como fueron, por ejemplo, Lucano y Séneca. Y también fueron introvertido y pensadores. Son las raíces lo que importa porque entierran sustancia y jugo vivificador. Miguel lo sabe, más bien lo siente y lo vive. Y se agarra con fuerza a su tierra en la que escarba surcos con sus manos de escritor que aspira a devolvernos la visión imposible ya de tiempo ido que es melancolía y es sueño, que es memoria de un pueblo que quiere seguir siendo pueblo sin aspirar jamás a que le cuelguen medallas de gran ciudad. Miguel se sienta en las pencas del camino de la Nana o en los muros derruidos de la Huerta de Bustillo, o se asoma con aire descuidado por su esquina respirando el fresco aire marismeño con sabor a pan recién hecho en las tahonas cercanas o con los olores de henos recién segados…
Miguel nos traerá así –con abundancia de adjetivos, con gran riqueza de recursos expresivos, y adobado todo con una lírica pulida por sus muchos años de lectura y a su vez adornada por la difícil cualidad de la sencillez y del lenguaje coloquial- un hermoso ramillete de personajes y de escenas que definen sobre el marco azul de la marisma toda sencillez y toda la pujanza de un pueblo que se mece y se recrea en el columpio de su propia historia. La vida en los tabancos y anécdotas cinematográficas, tiempos de escuela y de sermones parroquiales, caminos de rurales y juegos de niños sin escuela…La vida, la vida ya perdida para siempre de un pueblo que vive gracias a la memoria eminentemente sensible y lirica de Miguel Roldán Roldán.
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